Más ajustada a las líneas clásicas del traje de flamenca fue la colección de Ana Vidal, una lebrijana que demostró un buen trabajo de costura y efectismo en una colección llena de colorismo llena de referencias al mundo árabe. Destacado el trabajo de los volantes: canasteros, de capa, rematados al filo y fruncidos, así como las prendas de patchwork, muy bien hiladas con el resto de la colección.
Destacada fue la propuesta de Antonio Jiménez, que recuperó la técnica de tintado de los tejidos. Su trabajo, realizado en lienzo moreno natural, gustó mucho al respetable, especialmente los vestidos de volantes canasteros de colores degradados sobre fondo beige, de aspecto clásico, y el acabado bohemio tie die de las piezas más modernas y rompedoras.
El colorido fue también protagonista y leit motiv de la colección de Vidal Carballo. Los colores... y el fútbol, ya que los tonos protagonistas de la colección rendían homenaje a los clubes de balompié de las 8 provincias andaluzas: rojo, blanco, verde, amarillo, turquesa, añil, pistacho, cardenal y naranja, tonos alegres sobre popelín satinado y, esta vez sí, cortes muy clásicos, mangas largas y estrechas y volantes al hilo fruncidos de gran volumen.
Para efectistas, los diseños de Labajo Yuste. Flamenco y África Negra materializados en una colección mestiza y exótica llena de escotes y espaldas de vértigo, siluetas sirena y guiños a la tradición tribal africana en los detalles de estilo, como los cuellos redondos que interpretan la orfebrería masai, o la elección de los típicos tejidos estampados de algodón tradicionales de la zona en convivencia con popelines y raso. Imaginativo trabajo en los volantes, al bies y al hilo, dispuestos en vertical.
Rafael Valverde se alineó con las propuestas más originales de la jornada con un bonito trabajo de fusión entre la moda urbana de los 70 y el traje de flamenca: camisas anchas, grandes escotes, camisetas de diseño propio... Muy buen trabajo de estilismo, para tomar nota: nuevos materiales para pendientes, pulseras y flores, texturas de espejo y formas exuberantes
El jurado tenía ante sí el reto de premiar únicamente dos colecciones, con sendos premios de 5000 y 1000 euros respectivamente. Y el gato al agua se lo llevó el almeriense Antonio Egea, con una colección hiperfemenina y juvenil muy favorecedora en clave de blanco, negro y rojo llena de cortes originales, asimetrías y aires de elegancia clásica que dejan entrever la versatilidad del diseñador.
Muy destacable, y también premiado, el trabajo de Daniel Lora, de líneas clásicas y sin estridencias, una lección de discreción y buena costura de aires retro, ajustadas cinturas y gran profusión de volantes.
Estos son los diseñadores que vienen... para quedarse.
R.A
Fotos: FIBES
El colorido fue también protagonista y leit motiv de la colección de Vidal Carballo. Los colores... y el fútbol, ya que los tonos protagonistas de la colección rendían homenaje a los clubes de balompié de las 8 provincias andaluzas: rojo, blanco, verde, amarillo, turquesa, añil, pistacho, cardenal y naranja, tonos alegres sobre popelín satinado y, esta vez sí, cortes muy clásicos, mangas largas y estrechas y volantes al hilo fruncidos de gran volumen.Para efectistas, los diseños de Labajo Yuste. Flamenco y África Negra materializados en una colección mestiza y exótica llena de escotes y espaldas de vértigo, siluetas sirena y guiños a la tradición tribal africana en los detalles de estilo, como los cuellos redondos que interpretan la orfebrería masai, o la elección de los típicos tejidos estampados de algodón tradicionales de la zona en convivencia con popelines y raso. Imaginativo trabajo en los volantes, al bies y al hilo, dispuestos en vertical.Rafael Valverde se alineó con las propuestas más originales de la jornada con un bonito trabajo de fusión entre la moda urbana de los 70 y el traje de flamenca: camisas anchas, grandes escotes, camisetas de diseño propio... Muy buen trabajo de estilismo, para tomar nota: nuevos materiales para pendientes, pulseras y flores, texturas de espejo y formas exuberantes.
El jurado tenía ante sí el reto de premiar únicamente dos colecciones, con sendos premios de 5000 y 1000 euros respectivamente. Y el gato al agua se lo llevó el almeriense Antonio Egea, con una colección hiperfemenina y juvenil muy favorecedora en clave de blanco, negro y rojo llena de cortes originales, asimetrías y aires de elegancia clásica que dejan entrever la versatilidad del diseñador.
Muy destacable, y también premiado, el trabajo de Daniel Lora, de líneas clásicas y sin estridencias, una lección de discreción y buena costura de aires retro, ajustadas cinturas y gran profusión de volantes.
Estos son los diseñadores que vienen... para quedarse.
R.A
Fotos: FIBES